Las obras de reforma en la calle Ramón y Cajal para reducir el impacto de las aguas de escorrentía en el Convento de los Capuchinos, ha incluido la integración de elementos naturales para generar un nuevo espacio ajardinado donde antes solo había pavimento y piedra
Decía Santiago Ramón y Cajal que “poco basta cada día si cada día logramos ese poco”. Eso es precisamente lo que se ha puesto en práctica en la calle que lleva el nombre del médico y científico español Premio Nobel de Medicina. Filosofía Savia para continuar generando en la capital del Tormes microespacios naturales que formen una red verde global que contribuya a hacer de Salamanca una ciudad más saludable y a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático.
Aprovechando las obras de reforma en la calle Ramón y Cajal para reducir el impacto de las aguas de escorrentía sobre el Convento de los Capuchinos, declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento, se ha buscado un segundo objetivo para integrar elementos naturales dentro del casco histórico, generando un nuevo espacio ajardinado donde antes solo había pavimento y piedra.
La simbiosis entre cultura y naturaleza, entre patrimonio y medio ambiente, entre pasado y futuro, es la principal seña de identidad de Savia, la Estrategia de Infraestructura Verde de la primera Ciudad Patrimonio de la Humanidad con un plan de semejante envergadura, que contempla cerca de 300 medidas a ejecutar durante los próximos quince años.
Según explica David Gómez Cámara, técnico del área de Ingeniería Civil del Ayuntamiento de Salamanca, esta nueva zona ajardinada longitudinal o parterre, que asume la diferencia de nivel entre acera y calzada, y a su vez respeta las condiciones de accesibilidad universal previstas en la normativa, ha integrado los árboles existentes y cuenta con un sistema de riego por goteo que optimiza el consumo de agua y minimiza los costes de conservación y mantenimiento de la jardinería.
Esta pequeña renovación, acometida en coordinación entre la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Salamanca, es tan solo una de las muchas actuaciones que se están comenzando a llevar a cabo, tanto por administraciones públicas como por particulares, en los diferentes barrios para introducir la naturaleza en el entorno urbano. Ese poco con el que cualquier persona puede contribuir cada día para formar un mucho, para hacer de Salamanca una ciudad con una mayor calidad de vida de la que ya gozan sus habitantes. Una Salamanca más savia.
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