Savia Salamanca

La ciudadanía salmantina, cada vez más implicada con el medio natural

Hablamos con Rebeca Martín, responsable del programa formativo del proyecto LIFE Vía de la Plata desde la Fundación Tormes-EB

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El LIFE Vía de la Plata, que ha supuesto un proyecto piloto para convertir los 6,9 km de la Vía de la Plata en un corredor verde a su paso por Salamanca, llega este año 2024 a su finalización. Durante sus 3 años de desarrollo, este proyecto ha llevado a cabo múltiples actuaciones enfocadas a crear un modelo de adaptación al cambio climático para la ciudad, mediante la construcción de una infraestructura verde y la mejora de los servicios de los ecosistemas.

Entre estas acciones, la formación e implicación de la ciudadanía ha tenido un papel fundamental, con la realización de hasta 165 cursos, talleres formativos y seminarios dirigidos a escolares, asociaciones/entidades, público en general y personal técnico, con más de 10.089 participantes. La Fundación Tormes-EB, ha sido la entidad encargada de gran parte de estas acciones formativas y de sensibilización que se han centrado en diferentes aspectos relacionados con la naturalización de las ciudades, los corredores verdes o la identificación y puesta en valor de la fauna y la flora locales. A través de estos talleres y sesiones, la ciudadanía salmantina ha podido conocer mejor el patrimonio natural de su ciudad, el vínculo que éste tiene con el patrimonio cultural y los beneficios que aporta a la calidad de vida urbana.

Para desgranar algunos detalles de lo que ha sido esta actividad formativa dentro del LIFE Vía de la Plata, desde Savia hemos hablado con Rebeca Martín, técnico de la Fundación Tormes – EB, que ha gestionado el programa.

“La ciudadanía cada vez está más implicada con el medio natural, entre todas las acciones que hemos desarrollado, las que mejor han funcionado son las que se han realizado en el exterior, donde existía la oportunidad de interactuar con el entorno”, es la primera reflexión que nos comparte Rebeca, quien también apunta que en estas actividades se han registrado muchísimas consultas y que las que mejor han funcionado son las que han convocado a un público heterogéneo: “Ha sido especialmente interesante trabajar con grupos intergeneracionales, donde, por ejemplo, las personas mayores aportaban muchísimos conocimientos sobre las plantas, su uso o los nombres que se les dan en distintas zonas”, señala.

También hemos querido saber qué contenidos han sido los mejor valorados por las personas asistentes y, en este sentido, Rebeca lo tiene claro: “Desarrollamos una actividad que unía patrimonio natural y monumental en la ciudad de Salamanca, temática de la que también existe una píldora de vídeo y, la verdad es que la gente alucinó, se mostraron verdaderamente sorprendidos de la biodiversidad que hay plasmada en nuestros edificios históricos y de lo importante que eran los elementos naturales para las personas de la antigüedad que, incluso, los representaban en las catedrales”.

 

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El programa formativo de este proyecto ha buscado sorprender y abordar la sensibilización ambiental y el conocimiento desde perspectivas muy diversas y, según la técnico de la Fundación Tormes-EB, han funcionado muy bien aquellas que mezclaban diferentes disciplinas, como la pintura y la naturaleza o la literatura y las plantas. “En la sensibilización medioambiental, para conseguir llegar a las personas, es fundamental no quedarnos solo en el explicar, sino ir un paso más y apelar al sentir, al experimentar. El conocimiento de los recursos naturales es muy importante pero también lo es provocar sentimientos positivos al respecto”, aclara.

Los centros escolares de Salamanca también han tenido un gran protagonismo en este programa formativo, con una amplia participación en distintos talleres y actividades que cobran una especial importancia para familiarizar a los más pequeños con el entorno natural. “La actividad sobre Vías Pecuarias es un de las que más ha gustado”, comenta Rebeca haciendo referencia a una formación que buscaba poner en valor elementos patrimoniales de la ciudad con relevancia histórica y tradiciones asociadas a estas vías.

Las asociaciones han sido otro de los grupos a los que se han enfocado acciones formativas específicas y la participación y la acogida ha sido tan buena que ya son varias quienes se han interesado por la continuidad de las actividades.

 

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Los salmantinos han demostrado un gran interés y predisposición a descubrir la riqueza natural que les rodea, este programa formativo, que ha agotado sus plazas en la práctica totalidad de las convocatorias realizadas es una muestra de ello, como también lo son la implicación en otras acciones como el voluntariado ambiental. Sin duda, Salamanca posee la Savia necesaria para seguir creciendo en clave verde: su ciudadanía.

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