Entrevista a César Sánchez de Arriba, Responsable de obra en la empresa Congesa XXI, S.L.
El Ayuntamiento de Salamanca, a través de su estrategia de infraestructura verde Savia, que comprende proyectos como el LIFE Vía de la Plata, está llevando a cabo múltiples acciones de renaturalización que responden a un cambio de modelo de urbanismo. En este nuevo paradigma, la obra civil tiene un papel protagonista para llevar a cabo intervenciones que hagan la ciudad más permeable a la biodiversidad y conseguir, de ese modo, una Salamanca más resiliente a los efectos del cambio climático y un entorno urbano más habitable, agradable y saludable para las personas.
Para explicar esta nueva concepción de la obra civil y las actuaciones que se han llevado a cabo recientemente en Salamanca, hablamos con César Sánchez de Arriba, Responsable de obra en la empresa Congesa XXI, S.L., que ha ejecutado dos obras en el marco del proyecto LIFE Vía de la Plata: la que comprende la Calle Zamora, Calle San Pablo, Plaza Poeta Iglesias y entorno de la Iglesia de Santiago y, actualmente, la centrada en la Calle Torres Villarroel.
César, en tu opinión, ¿cuál es el papel de la obra civil para lograr ciudades más naturalizadas, saludables y adaptadas al cambio climático?
Yo creo que la obra civil tiene un papel muy importante en el cambio de las ciudades. Es la encargada de desarrollar el entorno urbano, por lo que sobre ella recae la responsabilidad de crear poblaciones más adaptadas al cambio climático, naturalizar y hacer más saludables las calles en las que todos vivimos.
¿Qué tipo de criterios se han aplicado a las obras del proyecto LIFE Vía de la Plata para lograr espacios más permeables a la biodiversidad?
Para ello hemos hecho zonas verdes por varias calles del centro urbano introduciendo plantas arbustivas autóctonas de baja necesidad de riego y que ayudan a la proliferación de especies polinizadoras. También se han sustituido grandes zonas de césped que necesitan mucho riego por plantas como las que comentaba anteriormente. Hemos construido encachados de piedra que sirven como refugio para pequeñas especies de insectos integrándolos en el medio urbano al colocar sobre ellos bancos para que descansen los viandantes.
Las soluciones basadas en la naturaleza han sido uno de los elementos incorporados en las actuaciones que habéis ejecutado desde Congesa XXI ¿Nos podrías detallar en qué consisten?
La principal de todas ha sido hacer un suelo más permeable al agua de lluvia. Cambiar la estructura habitual de las calles que recogían el agua con la red de pluviales y la vertían río abajo por jardines y pavimentos drenantes que absorben gran parte de ese agua favoreciendo los acuíferos subterráneos y reduciendo así el conocido “efecto isla de calor”.
¿Salamanca, como Ciudad Patrimonio de la Humanidad, se enfrenta a un reto mayor para lograr aplicar este tipo de medidas sin afectar a su legado monumental y en ese caso, cómo puede solventarse?
Desde luego, es nuestro deber respetar ese patrimonio y ayudar a su conservación. Por eso dentro del proyecto LIFE Vía de la Plata hemos hecho alguna intervención que mejora esa conservación que comentaba. Como la construcción de un drenaje de aireación en el entorno del Patio Chico y alrededor de la Iglesia de Santiago para dar solución y evitar las humedades de absorción de agua por capilaridad que sufrían estos edificios en sus paramentos.
¿Crees que es necesario hacer pedagogía para la ciudadanía pueda interpretar correctamente este tipo de intervenciones y el beneficio que suponen para su día a día en la ciudad?
Por supuesto, es necesario explicar y poner en valor estas intervenciones. Si no, el que no lo conoce no va a entender sus beneficios. Va a pensar, por ejemplo, que estamos poniendo un adoquín que es distinto en aspecto, nada más, cuando lo más importante de ese adoquín es que filtra el agua, que ese agua acabará en acuíferos subterráneos y que todo eso a largo plazo redunda en hacer una ciudad más saludable.
