Savia Salamanca

El Ayuntamiento de Salamanca habilita una veintena de mesas de cultivo para los inquilinos del Centro de Convivencia Victoria Adrados

No solo reverdecen un espacio inicialmente carente de naturaleza, con los consiguientes beneficios para la salud urbana al reducirse el efecto ‘isla de calor’, sino que además ofrecen a sus usuarios una alternativa de ocio y encuentro vecinal

El Ayuntamiento de Salamanca continúa extendiendo la infraestructura verde entre los barrios de la ciudad para introducir la naturaleza en entornos urbanas, contribuyendo así a reducir el efecto ‘isla de calor’ para una ciudad aún más saludable y con una mayor calidad de vida.

En el Centro de Convivencia ‘Victoria Adrados’ se ha habilitado una veintena de mesas de cultivo para su uso de forma gratuita como pequeños huertos urbanos por parte de los inquilinos de las viviendas del edificio que gestiona el Patronato Municipal de Vivienda y Urbanismo (PMVU). Cantidad que, dado el éxito a tenor de la demanda por parte de los vecinos, ya se plantea ampliar.

Situados en la terraza de la primera planta, los huertos no solo reverdecen un espacio inicialmente carente de naturaleza, sino que además ofrecen a sus usuarios una alternativa de ocio y encuentro vecinal junto con la pérgola habilitada en la zona, además de facilitar productos de proximidad y autoconsumo.

Esta actuación medioambiental, de acuerdo a la Estrategia de Infraestructura Verde, Savia Salamanca, se suma a la incorporación de 54 jardineras en la zona realizada el año pasado, por lo que el patio presenta un aspecto mejorado, introduciendo elementos naturales en el centro de la ciudad.

Además de la clara mejora estética del inmueble, aporta otros beneficios como son la creación de un nuevo espacio verde que contribuye a fomentar la renaturalización de la ciudad y actúa como elemento para reducir el CO2, la temperatura del edificio y, por tanto, de la ciudad.

La incorporación de elementos vegetales en edificios supone una medida eficaz para la mejorar la climatización de los mismos y optimizar sus consumos energéticos pero, además, genera un importante valor en la ciudad, rebajando el efecto de ‘isla de calor’ que se crea a causa de los materiales urbanos y realizando una labor de retención de la contaminación y la reducción de los gases de efecto invernadero.

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